El frigorífico es un electrodoméstico que usamos todos los días y que suele pasar desapercibido en el momento de decorar nuestra casa. Por eso, los imanes ayudan a dar color, personalidad y funcionalidad a tu cocina y qué mejor que hacer unos a tu gusto.
Primero te cuento qué es la arcilla de secado al aire, cómo usarla y los materiales que necesitarás para este proyecto. También te enseño ejemplos de imanes que he hecho yo, errores que cometí al principio y trucos que he aprendido a medida que he ido haciendo más a lo largo de varios meses. Aunque el diseño cambie, el proceso es siempre igual: modelar, dejar que se seque, pintar con acrílico o témpera y proteger con un barniz a base de agua. A mí me gusta el efecto brillante para dar el acabado de cerámica.
Si te pones a pensar ¿quién no tiene imanes en su frigorífico? Son una forma buenísima de decorar tu cocina y, además, mostrando una parte de tu personalidad.
Sin embargo, muchas veces los imanes suelen ser muy parecidos entre ellos o con la misma temática.
En este artículo te voy a enseñar ejemplos de imanes que he hecho para personalizar mi cocina según mis gustos y mi estilo, y que tú puedes usar como inspiración para crear los tuyos propios. Con ellos puedes mostrar mensajes, la lista de la compra o dibujos, entre muchas otras cosas que se te puedan ocurrir. O pueden ser pura decoración simplemente.
Con arcilla de secado al aire no solo pasas un rato genial desarrollando tu creatividad, sino que además podrás obtener un resultado muy profesional sin tener que gastar apenas.
Primero te contaré un poco sobre las características de la arcilla de secado al aire.
Yo suelo usar la marca DAS, que es muy económica, y la puedes encontrar en cualquier bazar o tienda de manualidades, así como en distintas páginas webs como Amazon o tiendas de manualidades online. Es segura para utilizarse desde los cuatro años por lo que puedes convertir la creación de imanes personalizados en un proyecto divertido en familia. Para que sea más fácil su uso, se suele usar agua para reblandecer un poco la superficie, aunque no se debe echar demasiada agua para que no salgan fisuras en el secado. Lo ideal es mojarte un poco el dedo con agua para ir alisando la superficie cuando la notes un poco seca. Está disponible normalmente en tres colores: terracota, blanco y efecto piedra. Yo uso siempre el color blanco porque así es más fácil pintar luego. Hablando de pintura, se pueden usar acrílicos o témperas.
Para que duren más tus piezas y quede ese efecto de cerámica yo recomiendo usar un barniz impermeable.
Dependiendo del tamaño, la arcilla de secado al aire se endurece completamente en uno o dos días como máximo, aunque depende de la temperatura ambiente y de la humedad. Una vez seca, puedes pasar una lija fina para alisar los bordes o alguna zona que haya quedado rugosa (un truco es usar lima de uñas, funciona genial y seguro que tienes una por casa).
Para hacer imanes también se suele usar arcilla polimérica pero yo elijo arcilla de secado al aire porque no tengo que usar el horno, lo que facilita bastante el proceso.
¿Por qué he elegido hacer imanes?
En general, en el frigorífico solemos tener imanes de viajes que hemos hecho o que algún familiar ha hecho y nos lo han regalado como recuerdo. Cuando alguien nos visita y ve esos imanes, acabamos contando historias y anécdotas que nos conectan.
Sin embargo, si vives en una casa nueva, no sueles viajar mucho o los imanes de ciudades no te llaman mucho la atención seguramente tengas la puerta del frigorífico vacío. Es un electrodoméstico que abrimos mínimo tres veces al día, es un lienzo completamente en blanco y un espacio que podemos aprovechar. Por eso, los imanes ayudan a dar color, personalidad y funcionalidad a tu cocina. Y si no encuentras unos que te gusten o que no se vean claramente de mala calidad, lo mejor es hacerlos tú a tu gusto.
¿Qué materiales se necesitan para hacer este proyecto?
– Arcilla de secado al aire blanca
– Herramientas de modelar
– Pegamento fuerte
– Imanes pequeños
– Pintura acrílica (con un kit de colores primarios, blanco y negro tienes suficiente)
– Barniz a base de agua impermeable. El acabado puede ser brillante o mate. Para proyectos pequeños se puede usar laca de uñas transparente.
– Yo, además, recomiendo usar un mantel o superficie de silicona para que no se pegue la arcilla y sea más manejable.
Ejemplos de imanes que he hecho yo:
En este caso yo decidí hacer imanes con forma de comida porque: frigorífico, comida… me parecía una idea obvia y graciosa a la vez.
Al principio empecé haciendo diferentes tamaños y estilos para ver cuál me resultaba más fácil y me gustaba más en general. Como hay que pintar el imán una vez se seque, no se pueden hacer piezas demasiado pequeñas o con muchísimo detalle. Por ejemplo, hice este pastel que veis en la imagen y tuve que hacer cada “bolita de nata” una a una y luego pintarlas sin que se manchara el resto del pastel. Fue un trabajo innecesario aunque tengo que decir que quedó monísimo.
Las frutas fueron mis favoritas e hice tanto en estilo más bidimensional (más plano) como tridimensional. Para la sandía hice un círculo, lo corté por la mitad y le hice una hendidura alrededor del borde para crear dimensión y que no fuera totalmente plano. Una vez seco, pinté primero las pipitas para que tuvieran cierta translucidez e hiciera el efecto de estar dentro. Después pinté el borde de verde y la hendidura de blanco. En el caso de la fresa, las pepitas las hice en el proceso de modelado con una herramienta muy fina. Aparte modelé las hojas y las junté. Cuando se secó lo pinté todo con mucho cuidado.
En el caso del pan hice la forma de la barra y con una herramienta fina modelé las rajitas que salen en el pan al hornarlo y le di un poco de textura para que no fuera completamente liso. Al pintar le di profundidad con varios tonos de beige y marrones y un toque de blanco en un bastoncillo para ese toque de harina.
El trozo de pizza me costó un poco porque era muy pequeño. Primero hice el triángulo inicial y modelé el relieve del borde añadiendo un poco más de arcilla. Después, hice varias mini bolitas y las aplasté para simular el peperoni. Hice una pequeña textura justo donde iban a ir los trozos para que se adherieran bien. Una vez seco, pinté todo e intetnté darle textura de queso fundido.
También hice este imán del retrato de un fantasma cuando se acercaba Halloween. La base del marco lo hice con cartón que tenía por casa y los bordes con arcilla para dar un toque más rústico y antiguo. El fantasma lo hice con pintura acrílica y luego pegué el imán por detrás. El resultado me encantó tanto que, aunque Halloween fue ya hace meses, sigo teniéndolo puesto en mi frigorífico.
Algunos fallos
Sin embargo, no todo puede salir bien. Ahora os voy a enseñar mis intentos fallidos. Algunos eran demasiado pequeños, otros no me gustaron como quedaron una vez pintados y otros directamente me parecían feos. Soy muy perfeccionista y, aunque este tipo de manualidades nunca van a quedar como si las hubiera hecho una máquina con un molde, a veces salen cosas que es mejor o empezar de nuevo o tirarlas. La empanada sí me gustó mucho cómo quedó pero se cayó al suelo y se rompió. De estos errores se aprenden trucos y el siguiente saldrá mucho mejor. Además, mientras más hagas mejor te irán quedando.
Nuevas creaciones
Por último, os enseño los nuevos imanes que he hecho hace poco. Algunos los he regalado y otros los tengo en mi frigorífico. Para no repetirme, el proceso es el mismo pero esta vez quise añadirle ojos y sonrisa para probar un estilo más “cartoon”.
Espero que este artículo te inspire para hacer tus propios imanes ya sean los mismos que he hecho yo o de cualquier otra temática que te interese. Recuerda que mejor no hacerlos demasiado pequeños y si vas a empezar a usar arcilla de secado al aire por primera vez haz tus primeros diseños más sencillos.
Cuéntame en los comentarios de qué te gustaría hacerlos y si tienes alguna duda antes de empezar con este proyecto. Te aseguro que es muy fácil y te enganchará igual que a mí.
¡Nos vemos en el siguiente!
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